Incontables horas de escalas, arpegios que suben y bajan, y el reloj no para de sonar. El profesor te ha dicho que pongas esas dos horas de práctica, pero el tiempo no avanza más rápido. ¿Qué hacer para que la sesión sea más divertida y el tiempo pase en un abrir y cerrar de ojos? Aquí tienes algunas formas útiles de entretenerte durante una tediosa sesión de práctica.
METAS MÁS CORTAS
¿Alguna vez has repetido un pasaje durante horas y has sentido que al cabo de un rato has llegado a un umbral? Eso es porque la repetición prolongada a ciegas no es tan eficaz como una sesión más corta. Elige algo para trabajar y limítalo a 15 minutos. Después de eso, cambia a un ejercicio diferente para que la sesión de práctica se sienta fresca.
PREMIARSE A SÍ MISMO
Qué mejor manera de sentir una sensación de satisfacción que recibir un premio después de alcanzar un objetivo de práctica. Date un pequeño capricho, o un tentempié saludable, después de terminar un set de práctica, y querrás seguir practicando con concentración y determinación.
CREAR HISTORIAS
Cuando practicamos una pieza musical, a menudo nos encontramos simplemente tocando las notas sin una intención particular. Está demostrado que contar historias puede ser útil para nuestro enfoque creativo a la hora de tocar. ¿Por qué no imaginar un caballero a caballo galopando hacia un castillo para aderezar un poco la narración? La imaginación no tiene límites, ¡inténtelo!
ORDEN DE LOS ACONTECIMIENTOS
¿Cuántos de nosotros hemos intentado llevar un registro de prácticas en el que la secuencia de juegos de práctica es exactamente la misma cada día? No hay ninguna regla que impida cambiar un poco las cosas, así que quizá la práctica de las escalas pueda esperar hasta después de tocar la primera canción. Cambia un poco las cosas: ¡refrescará la sesión de práctica de forma significativa!
TELEVISIÓN DE FONDO
Se dice que Paco de Lucía siempre tenía un partido de fútbol de fondo cuando practicaba escalas. Sea o no cierto, cuando se practica algo mecánico podríamos asegurarnos primero de que estamos colocados correctamente con una buena ejecución, y luego volcar nuestra atención en algo externo como la televisión, mientras dejamos que las manos hagan las innumerables y monótonas repeticiones.